Historia

 

Con una privilegiada situación, en los límites de Sierra Morena y colindando con el norte de la provincia de Huelva y la portuguesa región del Alentejo, aparece Fregenal de la Sierra, en un paisaje enmarcado en las frondosas dehesas del suroeste salpicadas por el mítico cerdo ibérico, que supone una fuente de riqueza para las gentes del lugar.

Una situación estratégica que convirtieron la zona en tiempos pasados en escenario de múltiples contactos entre pueblos y culturas.

En época romana su término municipal pasó a formar parte de la Beturia Céltica,  como atestigua el importante yacimiento de Nertóbriga Concordia Iulia, población de nombre céltico y posterior ocupación romana, que muestra en nuestros días los restos de una población ocupada hasta los primeros siglos de nuestra era.

A mediados del siglo XIII la zona es conquistada a los musulmanes y en  1253 el reino de Sevilla la nombra como parte de su territorio, aunque son los templarios los que parecen ocupar el territorio, primero de hecho y legalmente unos treinta años después, en 1283, cuando queda bajo el poder de la Orden Militar del Temple, incluida en la encomienda de Valencia del Ventoso- Jerez de los Caballeros.

Hasta mediados del siglo XIX Fregenal de la Sierra perteneció al reino sevillano y se convirtió en población extremeña a partir del año 1833.

En la actualidad la actividad económica por excelencia es el sector servicios, seguido de la ganadería, la construcción y la industria, sobre todo las dedicadas a las transformaciones cárnicas.

Sus escudos, sus calles y sus gentes son testigos de la importante huella que los frexnenses dejaron en la Historia. Política, pintura y letras son las insignias que los "sabios" de Fregenal, como Benito Arias Montano, Eugenio Hermoso o Bravo Murillo promulgaron por todo el mundo y que hoy día se ha convertido en orgullo de toda una ciudad dedicadas a las artes y a las letras.

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